En el período comprendido entre 1979 y 1981, al menos 30 niños y jóvenes afroamericanos desaparecieron o fueron asesinados en Atlanta. Aunque Wayne Williams, de 23 años, fue procesado por dos de los delitos, el resto de los casos finalmente se cerraron luego de su condena en 1982. La docuserie escucha a las familias de las víctimas y examina los materiales originales del juicio y los documentos judiciales, lo que genera nuevos preguntas para una mayor investigación, y analiza más de cerca las tensiones raciales y los choques culturales que llevaron a Atlanta a un punto de ebullición y atraparon a la nación en un momento de transición.
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