Cinco años después de los disturbios, Matilda y Çelebi dirigen el Club Estambul y ahorran dinero para comprarlo y convertir a todo su personal en copropietarios una vez que Orhan sea declarado formalmente desaparecido. Los dos se vuelven amantes y se comprometen. Mientras tanto, Raşel lucha por criar a su hija Rana en ausencia de İsmet, mientras sigue atormentada por el asesinato de su propio padre a manos de Matilda, lo que vuelve a tensar sus relaciones. Después de que Rana le dice a Çelebi que Raşel ha estado robando de nuevo, decide contactar a Ali Şeker, ahora un señor de los barrios marginales, para convencer a Ismet de que regrese a Estambul y le ofrece un trabajo como barman en el club. İsmet se instala como el padre de Rana, mientras que Raşel se convierte al Islam, lo que provoca que Matilda, devastada, se mude con Çelebi.