La vida de Tirso pareciera perder su rumbo luego de que Irene decide regresar por su cuenta a su hogar, pues él ya no tiene a quién más proteger y eso lo desanima, a pesar de que ha iniciado una relación con Jimena, sigue sintiendo un gran vacío. Después de analizar las opciones que le quedan, se da cuenta que podía seguir ejerciendo su papel de justiciero y acabar con todo aquel que quiera aprovecharse de sus calles. Tirso busca eliminar a toda costa a todos los delincuentes y hacerlos pagar por sus crímenes, a la par que sucede esto, también hay una inmobiliaria queriendo reformar el barrio al comprar todas las casas y departamentos para demolerlos, por lo que Tirso tampoco permitirá que eso suceda. Metido en su nuevo papel del salvador de Entrevías, Tirso recibe la inesperada visita de su nieta, quien quiere volver a mudarse con él y aunque él no cree del todo que quiere volver a vivir bajo su techo porque lo extraña, es feliz de recibirla. Al poco tiempo comienzan a haber más crímenes y se entera que los violadores que le hicieron daño a Irene siguen atacando a jovencitas, así que ambos volverán a formar un equipo hasta encontrar a esos hombres que dañaron a Irene. En su camino por la justicia, ambos volverán a toparse con ciertos baches del pasado a los cuales deberán enfrentarse tarde o temprano.