La serie presenta el ascenso gradual del icónico Kanye West, desde inciarse como un entusiasta creador de ritmos de Chicago hasta convertirse en un rapero de buena fe por derecho propio. La serie también plantea el estrellato que seguiría para el legado de Kanye, así como la propia creencia de West de que su carrera fue predestinada por Dios. La serie es un retrato íntimo y revelador de la experiencia del rapero, como marca y artista internacional.