Hace 800 años, Xie Lian era un Príncipe Heredero noble y de pura sangre, un hijo del Cielo muy respetado y con un potencial ilimitado. Pero ¿quién sabía que, después de ascender y convertirse en un dios con decenas de miles de adoradores, su destino daría un giro tan pronunciado? Fue degradado una y otra vez y cayó al fondo. 800 años después, Xie Lian ascendió nuevamente, pero esta vez, sin adoradores ni incienso. Un día, después de regresar de recoger sobras, se llevó a un misterioso joven a casa. Y este joven era el Rey Fantasma que hacía que los demás palidecieran de miedo cada vez que se hablaba de él: Hua Cheng.