Edwin Payne y Charles Rowland son el núcleo de la agencia de los Detectives Difuntos. Edwin y Charles, adolescentes que nacieron en décadas distintas y que recién se conocieron en el más allá, son mejores amigos y fantasmas que resuelven misterios. Su unión es a prueba de todo, incluso de brujas malvadas, el infierno y la Muerte misma. Con la ayuda de una psíquica llamada Crystal y su amiga Niko (Yuyu Kitamura), logran descifrar algunos de los casos paranormales más complicados del mundo de los mortales.