La serie explora los brutales asesinatos de tres mujeres provenientes de los suburbios de Chicago, cometidos en 1960 en el Parque Estatal Starved Rock en el condado de LaSalle, Illinois, y las décadas de preguntas y dudas que han perseguido al hijo del fiscal en el caso, mientras el hombre fue declarado culpable busca limpiar su nombre después sido condenado a pasar 60 años de prisión.