En el pequeño pueblo de Pioz, ubicado en España, ocurrió una de las peores tragedias en agosto de 2016. La familia brasileña conformada por Marcos Campos, Janaina Santos y sus dos pequeños hijos, Maria Carolina y David, fueron brutalmente asesinados en su hogar por uno de sus familiares, Patrick. Marcos junto a su familia llevaban una vida apacible y recién se habían mudado a Pioz, tan sólo llevaban un mes y medio en el lugar cuando su sobrino Patrick, decidió terminar con las vidas de cada uno y no sólo eso, los descuartizó y metió sus restos en bolsas de basura mientras le relataba paso a paso de todo lo que hacía a su mejor amigo. Patrick había llegado a España para convertirse en futbolista profesional, él era estudiante de derecho y sin más optó por terminar la vida de sus familiares, sólo que este terrible crimen lo compartió vía WhatsApp, ya que le mandó cada detalle a Marvin, su mejor amigo, de todo lo que hizo y pensaba hacer tras dejar los cuerpos, y Marvin se encontraba a más de 6 mil kilómetros a la distancia ya que él vive en Brasil. Debido a que todo el crimen fue compartido por mensajes, éste terminó siendo leído por decenas de personas brasileñas que tan sólo fungieron como observadores y no se dispusieron a hacer algo al respecto excepto una. Este homicidio conmocionó a España y a la comunidad internacional, además de que cambió varios aspectos en la justicia ya que ¿qué tan culpables son las personas que recibieron aquellos mensajes de WhatsApp y no hicieron algo al respecto? ¿Cómo se estudia el caso de las redes sociales en un crimen así? Aunque Patrick había sido criado en una buena familia, esto al final no importó, pues él hizo algo imperdonable.
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