Jin Kazama es entrenado desde pequeño por su madre, ella busca preservar la herencia familiar de las artes marciales tradicionales y la defensa personal, así que Jin aprende toda clase de conocimientos gracias a su mamá. A pesar de que se hace muy bueno en dominar estas artes y lucha, no es suficiente cuando un demonio llega a invadir su hogar, por lo que su madre muere enfrentándose a este ente poderoso y le dice a Jin que huya, pues él aún debe vivir. La frustración y sed de venganza de Jin hacen que busque a su abuelo, Heihachi Mishima, para que éste pueda entrenarlo con mayor fuerza, porque sólo así Jin será capaz de vencer a aquel demonio. Jin se somete a muchas pruebas y ejercicios que lo llevarán al límite, pues su abuelo no es una persona nada amable ni de buen corazón, por lo que no le importa dejar a Jin casi desecho, porque él cree que es la única forma de ayudarlo con su nuevo entrenamiento. Mientras Jin se dedica a mejorar, su nueva travesía también lo llevará a participar en el Torneo del Rey del Puño de Hierro donde probará su valía y qué tanto ha avanzado para vencer a quien sea que se le ponga enfrente.