En el palacio imperial durante la dinastía Joseon surgen varios conflictos entre la familia real, pues el puesto para príncipe heredero aún no está designado debido a que hasta el momento ninguno de los sucesores pareciera apto para esto. Im Hwa Ryung, la reina, será quien se encargue de reformar a sus cinco hijos rebeldes que no hacen más que causar problemas a la familia y es por eso que la abuela de éstos, la reina viuda, no cree que ninguno tenga madera para regir. Debido a que la suegra de Hwa Ryung no se lleva bien con ella y tampoco le tiene estima a sus nietos, existen varios chismes sobre que quizás ninguno podría heredar la posición y es por eso que Hwa Ryung se pondrá a trabajar aún más para corregir a sus hijos y así demostrarle a su suegra lo equivocada que está, ya que ella es capaz de traer mejoras al palacio y además es una madre digna de un heredero.
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