En un mundo donde las personas han logrado adquirir la forma de algún animal, existe una jovencita que no cuenta con esta gran habilidad. La joven Bell no se explica por qué ella es la única que no puede poseer la forma de cualquier especie de animal, por más que lo ha intentado le es imposible cambiar su aspecto. Es por eso que decide emprender un viaje a todo tipo de tierras, por más peligrosas que parezcan, pues cree que existe al menos una persona como ella que carece de esta característica. Tan sólo con la compañía de su espada, Bell se dispone a iniciar una travesía en la que encontrará distintos problemas en las ciudades que recorra, pero también conocerá a diversas personas que la ayudarán en su cometido.