Esta serie documental se encarga de mostrar el caso de la muerte de Caylee Anthony, desde la perspectiva de su madre Casey, quien en 2008 fue acusada de haber sido la responsable de haberla asesinado. Caylee tenía tan sólo dos años cuando perdió la vida y como Casey no fue la responsable de haber levantado una denuncia sobre su desaparición y mintió en varios aspectos, como el hecho de que una joven niñera la había secuestrado, la propia abuela de Caylee fue quien se encargó de acudir a las autoridades tras sospechar que algo malo le había pasado a su nieta luego de no saber sobre ella por un mes entero. Aunque se llevó a cabo un juicio, Casey no fue encontrada culpable de homicidio, pero para la sociedad estadounidense esto no es cierto y simplemente el sistema de justicia fue incompetente. Debido a esto, Casey ha visto afectada su vida, sus comportamientos y todo a su alrededor, así que por primera vez se atreve a hablar de todo lo que ocurrió en 2008 y lo que cree que le pasó a Caylee.