En marzo de 1976, las Fuerzas Armadas de Argentina se hicieron con el poder en toda la nación lo cual originó una dictadura hasta 1983. Durante estos años llevaron a cabo una práctica ilícita en la que secuestraron aproximadamente a 500 bebés, niñas y niños a los que dieron en adopción a otras familias, pues estos pequeños eran hijos de personas desaparecidas o detenidas. Las madres de los bebés fueron puestas en cautiverios donde posteriormente sustrajeron a sus hijos al momento de nacer, aunque de igual modo también iban a las casas de las sospechosas con el propósito de arrebatarles a sus hijos. Hasta el momento siguen habiendo cientos de familias que siguen sin encontrar a sus respectivas hijas, hijos y nietos, pues como éstos fueron despojados de su identidad desde muy chicos la mayoría no tienen idea que fueron separados de su familia verdadera. A través de diversos relatos por parte de las víctimas, se da a conocer cómo es que sucedió esta práctica de secuestros, pues contando lo ocurrido, las familias tienen la esperanza de poder encontrar a sus hijos que tanto les hacen falta.