El Hospital Joaquín Sorolla pasa a ser gestionado por una empresa privada, por lo que sufrirá de diversos cambios que no tendrá muy felices al personal médico ya que se verán en una encrucijada ética y profesional. Además de esto llega una nueva doctora al área de oncología llamada Sophie, quien traerá consigo varias tensiones y cambios a su entorno. Por otro lado, Patricia continúa luchando con su cáncer, Jésica sigue sin decidirse respecto a sus sentimientos sobre dos compañeros del trabajo, y por último, Pilar enfrenta los graves problemas de adicción que padece su hijo Quique.