Molly es una mujer que ve interrumpida su vida y rutina cuando es diagnosticada con cáncer de mama metastásico en un estado avanzado. El pronóstico de vida que le dan no es muy alentador, pues los médicos le dicen que le quedan pocos meses de vida, así que en lugar de sentarse a llorar decide hacer un cambio radical en su vida. Molly opta por separarse de su esposo y finalmente lanzarse a la aventura, hacer aquellas cosas que siempre le dieron miedo de intentar, redescubrirse y explorar sus deseos sexuales que por algún tiempo le avergonzaron. Sin ninguna atadura, Molly se dedicará a vivir la vida al máximo no importándole los juicios y comentarios que los demás tengan sobre ella, pues con que su mejor amiga Nikki permanezca a su lado hasta el final, todo estará bien.