En esta tercera temporada, Luke decide alejarse de todos y olvidar su fe, pues lo que ha tenido que atravesar le han hecho creer que lo mejor es irse y encontrar consuelo en otras cosas y personas. Marchándose a otro sitio, el resto de la familia debe permanecer más fuerte y unida que nunca, por lo que las hermanas Baxter a pesar de tener sus propios problemas y dolencias deciden salir adelante juntas y ayudarse lo más que puedan. Además de esto, Kari se encuentra preparándose para su boda con Ryan, pero mientras organiza todo respecto al evento, ella comienza a dudar si ha tomado la decisión correcta y sobretodo si Ryan es el hombre de su vida. Kari no será la única reflexionando respecto a sus decisiones, pues Ashley deberá hacerle frente a todo lo que ocurrió en Paris, pues su pasado ha regresado para acecharla.