Kacey y Mickey son dos hermanas que solían ser inseparables cuando eran pequeñas, pero ahora que son unas adultas ya no se dirigen más la palabra y han seguido caminos muy diferentes. Mickey se ha convertido en una policía y Kacey ha sucumbido ante su adicción a las drogas, por lo que ahora vive en las mismas calles que a Mickey le toca patrullar. Mickey en el fondo sigue preocupándose por ella y esta preocupación aumenta cuando en esta zona comienzan a ocurrir una ola de homicidios. Cuando se dan los primeros asesinatos, Kacey desaparece así que Mickey cree que le ha pasado algo espantoso, por lo que comienza a obsesionarse con el responsable de estos homicidios, ya que cree que si lo encuentra también podrá localizar a Kacey y lo más importante es que ella aún siga con vida, así que tendrá que apurarse.