La historia continúa con Luna Goodwin, la hija de Max, él en la serie original decidió dejar el hospital de Nueva York al mando de la Doctora Elizabeth Wilder ya que optó por irse a Ginebra a trabajar para la Organización Mundial de la Salud y aunque se llevó consigo a su hija Luna, ésta en el presente se ha convertido en la directora del hospital que su padre solía liderar, por lo que ella piensa seguir con su legado. En el año 2050, la sociedad y la medicina se han transformado por completo, así que los problemas y circunstancias que le deparan a Luna serán muy diferentes a las que alguna vez atravesó Max. A ella le tocará enfrentarse a los beneficios, retos y consecuencias que tiene la Inteligencia Artificial en el ámbito de la medicina, pues ésta no siempre es la mejor herramienta y ayuda.