Tras el hecho de que Ruby sintió que decepcionó a su familia y a su comunidad por no ser una buena guardiana del pozo, la joven aprende de sus errores y mientras atraviesa por una etapa complicada, se da cuenta que justo todo este dolor y sentimientos que tiene son la clave para ayudarla a continuar con su camino. La chica aprenderá más sobre sí misma, a escucharse y también conocer sus límites, pues por más que quiera salvar a todos y concederles sus deseos, no siempre podrá ser la salvadora para cada uno de los habitantes de la ciudad, pues a veces es mejor tomarse con calma su misión y ayudar de poco a poco.