Sarah Tucker es una joven esposa que vive en un tranquilo suburbio de Oxford, ella en realidad está harta del estilo de vida que lleva, pues no soporta tan sólo dedicarse a las tareas del hogar, atender a su esposo y tener que estar organizando cenas para los clientes de éste. Sarah quiere encontrar una vida para ella, algo que la apasione y la haga salir de ese estado tan monótno en el que vive, así que cuando ocurre una explosión en una casa vecina, este incidente marca algo nuevo en Sarah, pues no sólo se obsesiona con querer resolver lo que ocurrió sino en encontrar a la pequeña que se perdió tras el incendio. Para esto, Sarah decide pedirle ayuda a la investigadora privada Zoë Boehm, pues cree que si ambas trabajan juntas podrán saber pronto lo que ocurrió, sólo que el incendio es tan sólo la cúspide de una compleja conspiración que hará a Sarah cuestionar todo lo que sabía, pues las personas que se supone deberían estar muertas en realidad se encuentran vivas y la gente viva se encuentra muriendo muy rápido.