Luego de derrotar a su némesis, Sherlock sigue obsesionado con la capacidad criminal de Moriarty, asegurando que existe un plan maestro del villano, uno que debe resolver antes de que se demasiado tarde. Sin embargo, antes debe responder sus acciones ante un consejo de seguridad secreto, quienes buscan arreglar y enmendar los cabos sueltos, mientras responden a las consecuencias. Sherlock se ha convertido en una persona oscura y obsesionada, que, a pesar de eso, toma a la ligera todas las graves acusaciones que le han lanzado. Mientras tanto, John Watson se ha distanciado de su amigo y compañero, resentido y sufriendo una pérdida personal, acudiendo a una terapia para salir adelante. Pero Holmes parece haber descubierto a un asesino en serie, uno que acecha a su querido amigo. Eventualmente, Holmes descubre estar en lo correcto, cuando el gran plan de Moriarty sea revelado y descubra a la misteriosa persona detrás de todo.