El mundo observa con ojo crítico el caso sobre el secuestro de Zoey Bartlet mientras que las administraciones adversarias buscan opciones que podrían incluir ataques a objetivos claves en Qumar, lo que podría causar la muerte de la joven. La situación alcanza un punto crítico cuando el presidente suplente, Gleen Allen Walken, ordena un bombardeo en Qumar. La Casa Blanca debe celebrar el 4 de julio en plena crisis por el ataque y Bartlet soporta el desagradable proceso de nominar a un candidato para Vicepresidente. Zoey es rescatada y sus padres deciden aviarla a la granja de la familia para protegerla de los medios.