A medida que esta temporada se desarrolla, Olivia y Fitz han retomado su relación, iniciando un escándalo en la prensa, y provocando que Mellie finalmente firme los papeles de divorcio. Como sea, Olivia comienza a sentirse incomodada por las funciones que debe de desempeñar como Primera Dama, por lo que decide alejarse de Fitz y después de tener una complicación medica, ambos ponen fin temporal a su relación. Mientras tanto, Abby trata de demostrarle a Olivia que es totalmente capaz de desarrollar sus funciones en la Casa Blanca, pero igualmente sufre de inconformidad debido a que sus deberes la hacen sentir como si fuera la esposa laboral de Fitz. A medida que las mujeres obtienen un papel mayor dentro de las esferas políticas del país, Mellie decide dejar su antigua vida como esposa abnegada y toma la decisión de contender por la presidencia de los Estados Unidos.
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