Biografía Akira Kurosawa

Akira Kurosawa fue uno de los más destacados, celebres e influyente directores de cine, nacido el 23 de marzo de 1910, en Shinagawa, Tokio, Japón. Séptimo hijo del matrimonio formado entre Isamu y Shima Kurozawa, un militar y director de un instituto militar japonés y una ama de casa. Akira creció en una casa llena de parientes, entre hermanos, padres y tíos. A pesar de todo, su familia pertenecía a la clase media. Descendientes de una línea de antiguos samuráis, Akira fue admirador de la cultura occidental, en especial de los deportes, literatura, cine y pintura. En la primaria empezó a dibujar con el apoyo de sus maestros, quienes veían un enorme talento en el joven y en su hermano mayor Heigo, a quien Akira admiraba mucho.

Heigo empezó a trabajar en los cines de Tokio como benshi, narrador de películas mudas para las audiencias japonesas, pero a la llegada del cine sonoro, dicho empleo se perdió y desapareció. Cuando Akira cumplió 20 años, Heigo se suicidó y meses más tarde el mayor de sus hermanos murió, dejando a Akira como el único varón superviviente de la familia. Ambas muertes causaron una marca en la vida de Kurosawa, la cual nunca se fue. En 1935, Akira acude a una solicitud de un anuncio de los estudios de cine PCL, donde buscaban ayudantes de dirección. Asistió más como curiosidad y necesidad, puesto que estaba más interesado y comprometido con la pintura y con la literatura, pero sería el cine la actividad que le estaba destinada. Luego de ser ayudante del director Kajiro Yamamoto, debutó como director con La leyenda del gran judo, para luego hacer cintas que serían supervisadas por el gobierno japonés, las cuales incluían propagandas y temas nacionalistas.Poco tiempo después definió su estilo y elección de historias, justamente criticando a los funcionarios y sus políticas.

La fama mundial llegó con su clásica cinta, Rashomon (1950), con lo que ganó el León de Oro, en el Festival de Cine de Venecia en 1951. Desde ahí desarrolló un estilo característico e innovador para narrar sus historias, mezclando las dos culturas que más conocía: la occidental y la oriental. En su amplia trayectoria, llena de cintas consideras como clásicos de cine, se encuentran Los siete samuráis (1954), Trono de sangre (1957), La fortaleza escondida (1958), Yojimbo (1961), Sanjuro (1962), High & Low (1963), Kagemusha (1980) y Ran (1985), entre varias más.

 Akira Kurozawa falleció el 6 de septiembre de 1988, en Tokio, dejando tras de sí un legado innegable que se sigue considerando lo más destacado del séptimo arte.