Todos los millenials emo que decían estar deprimidos en sus épocas adolescentes ahora están experimentando lo que en verdad es la depresión, sólo que ya no van por la vida con el pelo planchado cubriendo su cara, utilizando pantalones entalladísimos ni escuchando My Chemical Romance. Ahora son adultos semi funcionales que gastan su dinero en juguetes que no tuvieron en la infancia, ansioliticos y rentas elevadas. Además claro de poder ver en plataformas sus caricaturas y películas favoritas como todo el contenido de Disney+, o alguna que otra serie interesante de Netflix como Neve I have Ever.
El ambiente entre los millenials está tan deprimente, que un artista brasileño reimaginó cómo sería si los personajes de nuestras caricaturas de la infancia siguieran los mismos pasos que muchos y vivieran en la depresión, la apatía y los vicios, una imagen muy alejada a lo que proyectamos en redes sociales, y por supuesto lejos de ser un retrato del colorido mundo del que salieron Bob Esponja y Bugs Bunny.
Peppa Pig
Peppa es todo color y aprendizaje para los más pequeños del hogar. Sin duda no querrán ver en qué termina cuando crece.
Absolut
La oruga del live-action de Alicia en el País de las Maravillas, protagonizado por Johnny Depp, siempre está pasado de humos, pero en esta imagen se ve hasta cansado de la vida.
Bug Bunny
¿Qué hay de nuevo... viejo? Resulta deprimente que Bugs Bunny tiene las mismas ojeras que muchos godinez.
Teletubbies
De por sí los Teletubbies por sí solos ya daban cringe, ahora con esa cara de malpasados todo empeora, y no quiero ni prestar atención a lo que su pantallita tiene para mostrarnos.
Bob Esponja
La explotación de Don Cangrejo hacia nuestra pequeña esponja saltarina sin duda terminó por pasar la factura. Si alguien se encuentra en esta misma situación, por favor busquen ayuda de un terapeuta.