Cuando Mel Gibson estrenó La Pasión de Cristo en 2004, el impacto fue inmediato. Pese a su clasificación para mayores de edad por su crudeza, la película fue ampliamente aceptada por el público cristiano, convirtiéndose en un fenómeno cinematográfico y en la cinta con clasificación restringida más taquillera en la historia de Estados Unidos. Con un enfoque intenso y visualmente perturbador, Gibson ofreció una representación de las últimas horas de Jesús que, si bien aseguraba estar inspirada en las escrituras, tomaba caminos más complejos y subjetivos.
A lo largo del filme, que ya se encuentra disponible en Netflix, Gibson no solo adaptó pasajes bíblicos, sino que incorporó escenas completamente ajenas al texto sagrado. Muchas de ellas provienen de las visiones místicas de figuras católicas como María de Jesús de Ágreda y Ana Catalina Emmerich, cuyas descripciones de la crucifixión y del papel de la Virgen María enriquecieron la narrativa con un simbolismo profundamente católico. Sin embargo, estas secuencias pueden desconcertar a quienes esperan una representación estrictamente bíblica. A continuación, señalamos cinco momentos de La Pasión de Cristo que no aparecen en la Biblia.
Jesús como inventor del mobiliario moderno

Una de las escenas más llamativas e inusuales es un flashback en el que Jesús (Jim Caviezel), trabajando como carpintero, parece inventar mesas y sillas modernas. Aunque los Evangelios mencionan que Jesús ejerció este oficio (Marcos 6:3), nada en la Biblia sugiere que haya creado mobiliario de este tipo. Esta secuencia es completamente ficticia y responde más a una intención narrativa: mostrar el vínculo íntimo entre Jesús y su madre, María (Maia Morgenstern).
María Magdalena como la mujer adúltera

Otra escena muestra un recordado pasaje del Evangelio en el que Jesús defiende a una mujer sorprendida en adulterio (Juan 8:1-11), desafiando a quienes querían apedrearla al decir: “El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra”. Sin embargo, la película identifica erróneamente a esta mujer con María Magdalena, interpretada por Monica Bellucci. En los textos bíblicos no se afirma en ningún momento que la adúltera sea María Magdalena, una discípula fiel que aparece en otros pasajes (Lucas 8:2). Esta confusión es fruto de una tradición católica antigua que hoy es cuestionada por numerosos estudiosos.
El huerto de Getsemaní como una tentación

En los Evangelios, Jesús acude al Huerto de Getsemaní para orar antes de su arresto, enfrentando una profunda angustia espiritual (Mateo 26:36-46). Sin embargo, La Pasión de Cristo presenta este momento como una escena de tentación, inspirada en las visiones de Ana Catalina Emmerich. En la película, el Diablo aparece intentando disuadir a Jesús de aceptar la cruz, y este responde aplastando una serpiente, en una clara alusión a Génesis 3:15. Esta representación visual dramatiza la lucha interna del Mesías y dialoga con otros versículos, como Marcos 8:33 y Colosenses 2:15, que sugieren que Satanás intentó frustrar el plan divino mediante el sufrimiento.
Escenas adicionales de Judas Iscariote

La figura de Judas Iscariote (Luca Lionello) recibe un tratamiento particularmente oscuro en la película. Inspirado por las visiones de María de Jesús de Ágreda, Gibson lo muestra como un hombre manipulado por Satanás desde el inicio de su traición. Aunque los Evangelios indican que Judas llegó al huerto acompañado por una multitud armada (Mateo 26:47; Marcos 14:43), la película exagera su liderazgo al frente de una suerte de ejército de guardias del templo. Más adelante, Gibson introduce momentos extrabíblicos como el encuentro de Judas con Jesús tras la traición, y su perturbador suicidio, precedido por burlas demoníacas de niños.
María presencia la flagelación de Jesús

Durante la brutal flagelación de Jesús, La Pasión de Cristo presenta a María despertando angustiada y acudiendo al lugar de los hechos, donde observa impotente cómo su hijo es torturado. Esta escena proviene de La Dolorosa Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, basada en las visiones de Ana Catalina Emmerich. Según este texto, María y Jesús mantenían una comunicación espiritual profunda durante el sufrimiento. En el filme, la esposa de Pilato le entrega un paño con el que María limpia la sangre de su hijo, una acción ausente en los Evangelios. En Mateo 27:19, la esposa de Pilato aparece únicamente para advertir a su marido tras tener un sueño perturbador, sin mayor intervención.