Cuando piensas en Arnold Schwarzenegger, seguro te viene a la mente una escena de persecuciones, explosiones, frases inolvidables como "I'll be back", o algún alienígena camuflajeado entre la selva. Y es que Arnold no solo protagonizó Terminator, Depredador, Comando y El vengador del futuro, también redefinió el concepto de "héroe de acción" en los años ochenta y noventa. Literalmente, ningún enemigo era demasiado grande para el llamado "Governator".
Pero más allá de su legado como actor, Arnold es una figura que trascendió el cine: fue gobernador de California, empresario, ícono fitness y hasta meme de inspiración motivacional. Sin embargo, como lo confesó en su documental de Netflix titulado Arnold, su vida antes de la fama distaba mucho del lujo, las cámaras y los músculos. Como muchas historias, la de Schwarzenegger comenzó en Austria siendo un niño que soñaba con ser más que el contexto que lo rodeaba.
6 meses de vida
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Antes de las alfombras rojas, de recorrer Los Ángeles y de levantar pesas con Sylvester Stallone en videos virales, Arnold era solo un niño delgado con una mirada seria. Él nació el 30 de julio de 1947 en un diminuto pueblo austriaco llamado Thal. Aunque hoy su nombre está asociado con fuerza bruta y músculos imposibles, lo cierto es que en su infancia era difícil imaginar que se convertiría en una leyenda del culturismo y de Hollywood.
A los 11 años
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En una foto que pocos reconocerían sin contexto, vemos a un joven Arnold, de apenas once años, posando con su clase de arte en 1958. Vestido de forma sencilla, con el cabello bien peinado y una expresión entre tímida y curiosa, el pequeño Arnold no se parece en nada al futuro cyborg asesino que dominaría la pantalla grande.
En el ejército
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Criado en un entorno estricto, su infancia estuvo marcada por la figura de su padre Gustav, quien era policía local y, según diversas fuentes, tenía ideas autoritarias bastante duras. Como todo joven austriaco de su generación, Arnold tuvo que cumplir con el servicio militar obligatorio a los 18 años. Y aunque eso significaba rutina y marchas, para él fue otra oportunidad para fortalecerse.
Camino a convertirse en culturista
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A los 15 años, con una determinación que haría llorar a cualquier coach de vida, comenzó a entrenar con pesas. Pero lo más sorprendente no fue su disciplina o su capacidad física, sino que desde entonces entendía algo fundamental: el culturismo no era su meta final, era su boleto de salida. Fue durante su paso por el ejército que ganó el concurso de Mr. Europa Junior, demostrando que su físico ya empezaba a llamar la atención fuera de su país.
Más volumen
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Hoy, al ver esas imágenes del joven Arnold, cuesta trabajo creer que se trata del mismo hombre que desafió robots, extraterrestres y políticos. Porque si algo define a Schwarzenegger, más allá de sus músculos o sus frases célebres, es su capacidad para visualizar lo imposible y hacerlo realidad.
Ganador de Mister Universo
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