En el universo del cine de acción, una entrega nunca parece ser suficiente. Cuando una historia logra hacer vibrar a las audiencias, la necesidad de más explosiones, más persecuciones y más batallas épicas se vuelve imparable. Solo basta recordar joyas como Terminator 2: El día del juicio final, considerada no sólo una gran secuela, sino una obra maestra del género; las múltiples (y veloces) continuaciones de Rápidos y Furiosos, o el intenso regreso de Bruce Willis en Duro de matar 2.
Y es que cuando un héroe (o un villano) logra dejar una huella imborrable en el público, las expectativas por su regreso son tan altas como los edificios que suelen explotar en sus aventuras. Pero entre tantas segundas partes que intentan, y a veces no logran, estar a la altura, hay una que sí cumplió con el reto y se lanzó de cabeza hacia el caos absoluto, llevando la acción a otro nivel.
Nos referimos Depredador 2, la secuela de uno de los más grandes clásicos de ciencia ficción y acción de todos los tiempos, donde el cazador alienígena más letal del universo cambió la jungla por el concreto de la ciudad y convirtió Los Ángeles en un auténtico campo de batalla. En esta brutal continuación estrenada en 1990, el Depredador regresa a la Tierra, pero esta vez cambia la espesura de la selva por la jungla urbana de la ciudad de las estrellas. Y no es cualquier Los Ángeles, sino versión futurista y distópica donde el crimen y el caos se han apoderado de las calles.
X
Mientras los carteles de drogas y las pandillas libran su propia guerra, un nuevo cazador invisible comienza a arniquila a los criminales con métodos tan brutales como sofisticados. Aquí no hay árboles para trepar, ni lianas para esconderse: el concreto, los callejones y los rascacielos son ahora el nuevo terreno de caza.
El encargado de enfrentarlo esta vez no es un soldado musculoso como Arnold Schwarzenegger, sino el teniente Mike Harrigan, interpretado por Danny Glover, quien le da al protagonista un aire mucho más urbano, desesperado y humano. Con una ciudad en llamas, un monstruo invisible suelto y un departamento de policía que apenas puede lidiar con la violencia cotidiana, el enfrentamiento entre Harrigan y el Depredador es brutal, impredecible y absolutamente adictivo de ver.
X
Aunque en su momento fue recibida con opiniones divididas, como suele pasar con cualquier secuela que se atreva a tocar una joya, con los años Depredador 2 se ha ganado un lugar muy especial en el corazón de los fans del cine de acción. La película amplió el universo del Depredador de manera magistral, mostrando más de su tecnología, sus rituales de caza, y hasta nos dio el primer vistazo de otras especies, como en Alien vs Depredador. Además, la atmósfera caótica de la ciudad, combinada con la brutalidad del alienígena, creó una tensión constante que no te suelta ni un segundo.