Adentrarse en el mundo del cine de terror puede ser una experiencia emocionante y aterradora, pero hay ocasiones en las que los efectos especiales y el CGI pueden desvirtuar la atmósfera y arruinar la experiencia.
Los efectos visuales y la tecnología CGI han desempeñado un papel crucial en la evolución del cine de terror, permitiendo la creación de imágenes impactantes y aterradoras. Desde la icónica escena de la cabeza giratoria en El exorcista de William Friedkin hasta la sutil pero efectiva manipulación digital en El Conjuro de James Wan, pasando por los xenomorfos de Alien de Ridley Scott, los efectos ayudan a elevar la atmósfera de terror a través de pequeños detalles visuales.
A pesar de las posibilidades visuales que ofrece el CGI, algunos villanos de terror han decepcionado en películas que prometían ser sólidas. La presencia de un monstruo inadecuado puede echar por tierra el ambiente terrorífico que se intenta construir. Ya sea por su aspecto ridículo, poco convincente o incluso por resultar involuntariamente cómicos, el mal uso del CGI ha sido la perdición de muchas producciones que tenían potencial para ser aterradoras.