Aunque es posible que no alcancen el mismo nivel de éxito que sus predecesoras, estas películas a menudo poseen cualidades únicas y dignas que bien valen la pena ser recuperadas.
A lo largo de las décadas, el género de terror ha sido testigo de una tendencia recurrente: el reinicio de los clásicos. La industria cinematográfica ha apostado por recrear historias icónicas, desde la revitalización del clásico de John Carpenter, Halloween, hasta la versión contemporánea de Chucky, pasando por una modernización de El exorcista.
Los aficionados al género a menudo son fervientes guardianes de sus clásicos favoritos y, como resultado, suelen resistirse a aceptar nuevas versiones de películas que consideran intocables. Es comprensible que muchos remakes no logren cumplir con las expectativas, siendo objeto de críticas severas y malas calificaciones por parte de la audiencia y la crítica. No obstante, incluso en medio de estas discrepancias, hay aspectos interesantes que merecen ser explorados en estos remakes de terror.