¿Qué es realmente el Upside Down? La explicación científica (y aterradora) de la dimensión paralela de Hawkins en ‘Stranger Things’
Interesado en las religiones del mundo y especialista en arte sacro medieval, mis géneros favoritos son las épicas de fantasía al estilo 'El señor de los anillos', 'Valhalla Rising' y 'El caballero verde', así como el terror religioso de 'El exorcista', 'Saint Maud' y '30 monedas'.

El Upside Down de la famosa serie de Netflix es más que una dimensión oscura: podría tener raíces reales en teorías científicas sobre universos paralelos. ¿Qué es esta sombra de Hawkins y qué explica su existencia?

En Stranger Things, el Upside Down siempre ha sido más que un simple escenario de horror. Su presencia funciona como una sombra persistente que acompaña al pueblo de Hawkins, un eco distorsionado del mundo real cargado de humedad, oscuridad y decadencia. Pero más allá del terror visual, la serie de Netflix plantea una pregunta que ha obsesionado a científicos durante décadas: ¿podría una dimensión paralela existir realmente junto a la nuestra?

El Upside Down explicado: la ciencia oscura detrás de ‘Stranger Things’

La idea no es tan descabellada como parece. Durante los últimos cincuenta años, físicos teóricos como Hugh Everett o Brian Greene han imaginado versiones del cosmos donde múltiples universos, ligeramente distintos entre sí, coexisten sin tocarse. Esta noción inspiró a los creadores de la serie, los hermanos Matt y Ross Duffer, a crear un multiverso donde nuestro mundo y el Upside Down comparten espacio, pero no materia, y donde solo una fuerza inmensa (como la energía psíquica de Eleven) puede perforar la membrana que separa ambos planos.

En la propia serie, el profesor Clarke (Randy Havens) explica este concepto con la famosa metáfora del acróbata y la cuerda floja: mientras los humanos avanzamos en tres dimensiones limitadas, un ser más pequeño y ágil puede moverse libremente alrededor del hilo, accediendo a realidades que nosotros no percibimos. Esta idea deriva de la física que sostiene la teoría de cuerdas, donde el universo está compuesto por diminutas vibraciones que requieren dimensiones adicionales para existir sin contradicciones matemáticas.

Dentro de esta teoría surge la M-theory, que propone la existencia de membranas o branes infinitas. Cada una de estas superficies sostendría un universo propio, como rebanadas de pan dentro de un enorme “sándwich cósmico”. Desde esta perspectiva, el Upside Down es un universo hermano, adherido al nuestro por una capa energética que solo puede perforarse con un nivel inmenso de fuerza, exactamente lo que ocurre cuando el personaje de Millie Bobby Brown abre accidentalmente el primer portal desde el tanque de privación sensorial.

La dimensión paralela de Hawkins: teoría, ficción y un misterio aterrador

Sin embargo, la serie no solo se inspira en modelos científicos: también bebe del imaginario del terror y los videojuegos. El aspecto visual del Upside Down está claramente influido por Silent Hill, especialmente por su concepto de mundo alterno: una realidad paralela, corroída, húmeda y habitada por criaturas deformes que funcionan como reflejos oscuros del trauma humano. Hawkins y el Upside Down funcionan de forma parecida: son el mismo espacio, pero desfasado, putrefacto y lleno de presencias antinaturales.

Los propios niños de Hawkins lo explican a través del Vale of Shadows, una dimensión inventada dentro de su manual de Dungeons & Dragons. Este “valle de sombras” es descrito como un plano fuera de fase, pegado al nuestro pero imposible de ver, habitado por monstruos y regido por la muerte. Aunque no forma parte del canon original de D&D, la definición que ofrecen coincide a la perfección con los principios de universos paralelos estudiados por la física teórica y con el comportamiento del Upside Down dentro del relato de la serie.

Pero mientras muchos científicos aceptan la posibilidad matemática de universos paralelos, otros, como Greene, advierten que aún no existe ninguna evidencia sólida de su existencia. Propuestas como la teoría de universos inflacionarios o las colisiones entre “burbujas cósmicas” (posibles responsables de anomalías como el famoso Cold Spot) siguen siendo especulativas. Aun así, estas ideas sirven como marco teórico para comprender el tipo de fenómeno que Stranger Things representa a través de su portal interdimensional.

Eleven, portales y energía: la explicación del acceso entre dimensiones

El físico Bill Poirier incluso ha propuesto una variante de la teoría de Everett llamada “Many Interacting Worlds”, donde los universos no solo coexisten, sino que se influyen entre sí. En este modelo, mundos muy similares pueden “hablarse” a nivel subatómico. Si hiciéramos un paralelismo con la serie, esto explicaría fenómenos como las luces de Navidad que Joyce (Winona Ryder) usa para comunicarse con Will (Noah Schnapp): dos realidades contiguas que interactúan tenuemente sin llegar a mezclarse.

La interfaz entre el mundo real y el Upside Down se vuelve aún más interesante cuando consideramos el origen narrativo del portal. Eleven no solo abre la puerta; su contacto psíquico con el Demogorgon fractura literalmente el tejido dimensional, como si una fuerza externa hubiera presionado dos branes hasta hacer un agujero entre ellos. Esta idea coincide con analogías científicas modernas que describen cómo dos universos podrían colisionar o plegarse uno sobre otro bajo condiciones extremas de energía.

Finalmente, lo más inquietante del Upside Down no es su origen, sino su función dentro del relato: es un espejo oscuro que revela lo que nuestro mundo podría ser si las leyes físicas se torcieran apenas unos grados. Un plano donde la vida se descompone, donde el tiempo pierde su ritmo y donde criaturas nacidas de la entropía acechan desde la penumbra. Una mezcla perfecta entre teoría científica, mitología fantástica y horror psicológico que convierte al Upside Down en uno de los conceptos más fascinantes y aterradores de la televisión contemporánea.

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