Sin CGI ni trucos: la escena de película que reunió a 300,000 personas reales y rompió un Récord Guinness
Desde 'El arca rusa' de Aleksander Sokurov hasta 'Museo' de Alonso Ruizpalacios, me encantan las películas que se desarrollan al interior de los museos. Como historiador del arte, me interesa explorar los vínculos que existen entre la pintura y el cine como medios de expresión visual.

Antes del CGI, algunas películas lograron lo imposible: reunir miles de personas reales frente a cámara. Pero una escena supera a todas; un rodaje épico, un récord Guinness y una multitud histórica que solo pudo filmarse una vez.

Antes de que el CGI, los efectos digitales y las masas generadas por computadora se volvieran herramientas habituales en Hollywood, los cineastas tenían únicamente una opción: llenar sus escenas con miles de personas reales. Varias producciones se convirtieron en referentes históricos por la cantidad de personas que colocaron frente a cámara: Metrópolis de Fritz Lang logró reunir a 30,000 extras en 1927, Ben-Hur movilizó cerca de 10,000 en 1959 y la trilogía de El señor de los anillos de Peter Jackson superó los 20,000.

La película que desafió lo imposible y reunió 300 mil extras

Sin embargo, todas esas cifras se quedan cortas frente al récord absoluto: una escena filmada sin CGI, en una sola mañana y con más de 300,000 personas reales. La película responsable de esta proeza es Gandhi, dirigida por Richard Attenborough y protagonizada por Ben Kingsley. Se trata de una epopeya histórica que sigue la vida de Mahatma Gandhi desde su infancia hasta su asesinato en 1948, explorando su lucha política, su filosofía de resistencia pacífica y la compleja transformación de la India bajo el dominio británico.

Aunque el filme está lleno de momentos conmovedores, fue una secuencia en particular la que exigió un esfuerzo logístico jamás repetido en la historia del cine. La escena corresponde al funeral de Gandhi, un evento que en la vida real reunió a más de dos millones de personas y paralizó a todo el país. Attenborough quiso capturar la magnitud del acontecimiento con la mayor fidelidad posible.

El reto emocional y cultural detrás de la filmación de ‘Gandhi’

Según Guinness World Records, el rodaje se llevó a cabo el 31 de enero de 1981, fecha elegida para coincidir con el 33 aniversario del funeral original. A través de anuncios en radio, televisión, periódicos y altavoces móviles, la producción logró atraer a más de 200,000 voluntarios que se sumaron a otros 94,560 extras contratados, cada uno remunerado con el equivalente a 40 peniques. La escena debía filmarse en una única mañana, sin margen para errores, lo que convirtió la logística en una operación colosal.

Para registrar adecuadamente la magnitud del momento, Attenborough desplegó once equipos de cámara, que capturaron más de 6,000 metros de película, equivalentes a 20,000 pies de material filmado. Paradójicamente, todo ese esfuerzo quedó reducido a apenas 125 segundos en pantalla, pues la secuencia se utiliza como cierre del filme, acompañada por la voz de Ben Kingsley que reflexiona sobre el legado espiritual y político de Gandhi.

A pesar de lo breve de la escena, su impacto es incalculable. La autenticidad de la multitud, la escala del rodaje y la dimensión emocional del momento convirtieron este fragmento en uno de los más impresionantes jamás filmados. El esfuerzo fue recompensado: Gandhi ganó ocho premios Oscar, incluido Mejor Película, Mejor Director y Mejor Actor. Pero más allá de los reconocimientos, dejó un legado irrepetible: la escena real con más extras en la historia del cine, realizada sin efectos digitales y con una fidelidad histórica imposible de duplicar en la actualidad.

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