El padre del cyberpunk rompe el silencio: la dura verdad sobre ‘Matrix’ que sacudirá a los fans de Keanu Reeves
Desde 'El arca rusa' de Aleksander Sokurov hasta 'Museo' de Alonso Ruizpalacios, me encantan las películas que se desarrollan al interior de los museos. Como historiador del arte, me interesa explorar los vínculos que existen entre la pintura y el cine como medios de expresión visual.

Cuando el creador del cyberpunk decide hablar, Hollywood escucha. Y sus declaraciones sobre ‘Matrix’ revelan una verdad sobre Keanu Reeves, las hermanas Wachowski y el propio género de ciencia ficción que quedan expuestos en su análisis.

El cyberpunk moderno, incluyendo filmes como Dark City, Upgrade, Transcendence, Ghost in the Shell y A Scanner Darkly, no puede entenderse sin hablar de William Gibson. En 1984, el autor redefinió el género con Neuromancer, primera entrega de la trilogía Sprawl, donde formuló ideas que marcarían para siempre la ciencia ficción: la noción de un ciberespacio navegable, la desconfianza hacia los conglomerados corporativos y la visión de un futuro gobernado por tensiones tecnológicas y sociales.

William Gibson y el legado que encendió el futuro digital

Su obra, de algún modo, moldeó los pilares del cyberpunk tal como hoy lo conocemos. Por eso, cuando Gibson vio Matrix, una película que parecía dialogar directamente con su legado, comprendió que algo profundo estaba ocurriendo. El escritor confesó que llegó a ella con reservas, preparado para no disfrutarla. Sin embargo, lo que encontró lo desarmó por completo: un universo cyberpunk estilizado, cargado de filosofía y más cercano al trabajo de Philip K. Dick que al suyo propio, según él mismo escribió en un antiguo blog.

Aun así, el autor reconoció que el filme poseía una coherencia narrativa y una solidez conceptual que lo convertían en una experiencia única. Lo describió como un universo “dickiano” con líneas más limpias, menos caóticas, profundamente gnóstico y, por ello, distinto a Neuromancer. A pesar de las similitudes inevitables, Gibson siempre ha sido honesto respecto a su influencia. Admitió que Neuromancer tampoco surgió de la nada, sino de un cúmulo de ideas absorbidas por lo que llamó ósmosis cultural creativa.

‘Es un universo con alma propia’: Gibson y su admiración hacia ‘Matrix’

Aun así, el peso cultural de la obra de Lilly y Lana Wachowski es indiscutible. Gibson llegó a decir que la película es probablemente el artefacto cyberpunk definitivo, capaz de capturar nuestra relación contradictoria con la tecnología desde un prisma filosófico, sociopolítico y visual. Aunque Matrix bebe de Platón y su alegoría de la caverna, el conflicto central permanece anclado en el espíritu del género: un protagonista como Neo, interpretado por Keanu Reeves, que funciona como anomalía, como insurgente y como fuerza destinada a romper las estructuras de control.

La admiración de Gibson por la película es conocida. En 2019, escribió que Matrix siempre le había parecido una película de kung-fu inspirada en Philip K. Dick, envuelta en un exuberante y casi kitsch vestuario cyberpunk. Sin embargo, también ha minimizado la influencia directa de Neuromancer en el filme, aunque admite que sería difícil imaginar su existencia sin los cimientos que él mismo colocó décadas antes. Después de todo, sin la trilogía Sprawl no existiría una representación tan clara de la inmersión digital ni del acto de conectarse a un espacio virtual.

Las similitudes entre Neo y Case: ecos narrativos imposibles de ignorar

Las similitudes entre ambas obras son imposibles de ignorar. En Neuromancer, Case es un hacker marginal reclutado para una misión suicida, asistido por inteligencia artificial y atrapado en una urbe distópica saturada de tecnología. Y, en un guiño casi profético, el sistema de realidad virtual de la novela se llama precisamente la matrix, definida por Gibson como una alucinación consensuada, una representación gráfica de datos provenientes de cada computadora del planeta. La sombra conceptual de ese término sigue siendo tan poderosa que se volvió sinónimo de la era digital.

Matrix, sin embargo, brilla más allá de sus raíces: su estética verde fosforescente, sus diálogos, su diseño visual y la revolucionaria técnica de bullet time le dieron una identidad imposible de replicar. Mientras Neuromancer sigue siendo una obra reverenciada pero no totalmente masiva, la película de 1999 se convirtió en una explosión cultural que redefinió la ciencia ficción contemporánea.

Con una adaptación de Neuromancer en desarrollo para Apple TV, muchos esperan que la serie reivindique la importancia histórica del libro. Tal vez, al volver a explorar ese mundo oscuro y eléctrico, nuevas generaciones comprenderán por qué la influencia de Gibson sigue latiendo en cada byte de la cultura digital moderna. Y por qué, incluso para el padre del cyberpunk, Matrix marcó un antes y un después que todavía resuena como una verdad ineludible.

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