Si buscas una animación que no trate al espectador como ingenuo, que combine belleza visual con conflictos reales y que se disfrute más con los años, esta es una elección perfecta.
Hablar de Wes Anderson es hablar de un cineasta que nunca ha tenido miedo de hacer las cosas a su manera. Desde El gran hotel Budapest, Los excéntricos Tenenbaums, hasta Moonrise Kingdom - Un reino bajo la luna, el director dejó claro que no le interesaba parecerse a nadie más. Colores perfectamente calculados, encuadres simétricos, personajes emocionalmente extraños y diálogos inteligentes, todo esconde mucho más de lo que aparentan.
Con el paso de los años, Anderson construyó un estilo tan reconocible que basta ver unos segundos para saber que estás frente a una de sus películas. En algún punto de su carrera decidió llevar todo ese universo tan particular a la animación stop-motion. Y ahí ocurrió algo interesante: sus historias encontraron una nueva capa de profundidad. Y justo una de sus obras más queridas pertenece a este género.
Un zorro demasiado salvaje para crecer del todo
La película es El fantástico señor Zorro, una joya animada que confirma a Wes Anderson en uno de sus mejores momentos creativos. Basada en el libro de Roald Dahl, la historia sigue al señor Zorro, con la voz de George Clooney, un animal carismático, impulsivo y amante de la adrenalina.
El señor Zorro pasó años robando gallinas, pavos y sidra en incursiones nocturnas llenas de emoción. Pero cuando su hijo nace, decide dejar atrás esa vida salvaje para convertirse en un padre responsable. El problema es que no sabe cómo hacerlo y la aventura le llama demasiado fuerte.
La tentación de "solo una última vez"
Incapaz de conformarse con una vida tranquila, el señor Zorro planea solo una redada más. El objetivo: los tres granjeros más desagradables del lugar, Walter Boggis, Nathan Bunce y Franklin Bean, interpretados por Robin Hurlstone, Hugo Guinness y Michael Gambon.
Como era de esperarse, el plan no sale bien. Las consecuencias de sus actos no solo afectan a su familia, sino a toda la comunidad animal del campo. Y ahí es donde la película deja de ser una simple aventura para convertirse en algo mucho más interesante: un retrato sobre la responsabilidad y las decisiones egoístas.
Crecer sin dejar de ser uno mismo
En el fondo, El fantástico señor Zorro no trata sobre granjeros ni robos nocturnos. Trata sobre el miedo a crecer. Sobre ese momento incómodo en el que la vida te exige estabilidad cuando tú todavía quieres correr riesgos. El señor Zorro ama a su familia, pero también ama la emoción de sentirse libre, y no sabe cómo conciliar ambas cosas.
Visualmente, la película es una maravilla. Cada movimiento es intencional, cada textura se siente real, cada escenario parece una maqueta viva. El stop-motion no es solo una técnica, es parte del discurso.
Vista de niño, puede ser una historia divertida de animales astutos. Vista de adulto, es algo muy distinto: es una reflexión sobre madurar sin traicionarte por completo, aceptar consecuencias, entender que la aventura no siempre desaparece, solo cambia de forma. Hoy mismo puedes verla en Disney+.