Las películas de ciencia ficción en ocasiones se caracterizan por tener un costo bastante alto invertido en crear majestuosos escenarios cargados de efectos especiales que nos transportan a mundos con presupuestos millonarios como el de Avatar o las últimas cintas de Star Wars: El despertar de la fuerza y Los últimos Jedi. Sin embargo, en esta ocasión William Eubank logró demostrar que con un presupuesto más discreto también se pueden lograr grandes películas con su cinta de suspenso La señal del 2014.
La película, en la que participan estrellas de Matrix, Ready Player One (que próximamente tendrá una segunda parte) Piratas del caribe: La venganza de Salazar y más, tuvo un costo de producción de 4 millones de dólares, nada comparado con los más de 200 millones de James Cameron y J.J. Abrams. Esta propuesta nos lleva por un thriller creativo sin efectos especiales vistosos, pero con excelentes imágenes y enfoques originales, aunque la cereza del pastel son algunos giros de tuerca que difícilmente verás venir.
Focus Features
¿De qué va 'La señal'?
Nic (Brenton Thwaites), su novia Haley (Olivia Cooke) y su mejor amigo Jonah (Beau Knapp) emprenden un viaje en carretera para buscar a un enigmático genio de la informática que logró hackear los sistemas del MIT y ahora intenta culpar a Nic y Jonah de haberlo hecho. Los entusiastas de la informática buscan confrontar al desconocido que se hace llamar Nomad creyendo que pueden darle vuelta a la situación.
Sin embargo, de un momento a otro todo se oscurece y en el momento que Nic recobra el conocimiento se encuentra en una instalación de investigación con un hombre en traje de protección, interpretado por Laurence Fishbourne, que le hace un montón de preguntas… ¿qué pasó?
Anteriormente, con su película Love, Eubank ya había demostrado que es un especialista en el género capaz de trabajar con un presupuesto no tan elevado y en esta ocasión la propuesta del día no es la excepción. La señal, disponible a través del catálogo de Prime Video cuenta con una atmósfera cautivadora que se torna cada vez más intensa a medida que la trama avanza hacia el final mientras se reviste con un estilo visual sumamente atractivo.