Llega diciembre y todo el mundo se pone en modo navideño. Por supuesto, no hay nada mejor para entrar en el espíritu de la época que viendo las mejores películas para celebrar la llegada de Santa Claus. En estos días, Mi pobre angelito, las versiones de El Grinch, Santa Cláusula y El expreso polar se convertirán en las cintas más populares de las plataformas de streaming con todos los espectadores disfrutando de sus historias llenas de ilusión, magia y muchos regalos.
En el género de películas de Papá Noel, los mexicanos también tienen sus propias cintas hechas con talento nacional. Santos peregrinos, Una Navidad no tan padre, Guadalupe-Reyes y Santa Claus, son algunos de los títulos que mezclan risas, nostalgia y un tono de drama, todo en medio de las festividades decembrinas. Sin embargo, existe una historia muy especial perfecta para ver durante las posadas, donde una fiesta llena de dulces, piñatas y villancicos puede salirse de control.
Estrenada en 2011, pronto Pastorela se convirtió en una de las comedias navideñas más divertidas para ver durante la temporada. La película presenta a Jesús 'Chucho' Juárez, interpretado por Joaquín Cosío, un agente judicial acostumbrado a interpretar cada año el papel de Lucifer en la pastorela organizada por la parroquia de San Miguel Nenepilco, el barrio en donde vive. Él se siente orgulloso de su tradicional interpretación e incluso vive esperando ese momento del año.
Cuando el subprocurador de la ciudad es asesinado, Jesús se ve obligado a trabajar horas extras y la investigación lo tiene tan ocupado que no se entera de que a la parroquia ha llegado el padre Edmundo Posadas, un nuevo un nuevo párroco que decide sacarlo de la pastorela por haber faltado a una junta informativa. Enfadado y frustrado, Jesús inicia un viaje personal para recuperar el papel que cree suyo sin saber que para conseguirlo tendrá que atestiguar una cruenta lucha entre el mal y el bien.
Con un elenco comprendido por Carlos Cobos, Eduardo España, Ana Serradilla, Dagoberto Gama y Héctor Jiménez, Pastorela es la prueba de que las fiestas navideñas no son del todo aburridas. Esta sátira de la sociedad mexicana y sus instituciones es divertida e irreverente, una obra maestra en este ámbito.