Emilia Pérez sigue causando polémica y controversia entorno a su trama, y esto ha generado una oleada de ofensas e indignación entre el público mexicano debido a que su representación cultural y religiosa podría herir la susceptibilidad de algunas personas. En su trama, el personaje de Manitas del Monte -que en la ficción es uno de los narcos más violentos de México- decide dejar atrás esta vida de violencia y transicionar de género para convertirse en mujer.
Tal decisión hace que se aleje de su familia y tenga que fingir su muerte para volver al mundo con una nueva identidad, y como este plan se le oculta a su esposa, Jessica del Monte (Selena Gómez), ella cree que su marido murió.
Tiempo después, Jessica conoce a otro hombre también involucrado en el crimen organizado, mientras que Manitas ahora como Emilia Pérez, se da cuenta del daño que provocó cuando era un narco y, para enmendar la situación decide utilizar su dinero para abrir las fosas clandestinas y devolver a sus desaparecidos a sus familias.
Netflix
Como Jessica del Monte quiere casarse con otro hombre y llevarse a los hijos que tuvo con Manitas a vivir con ella, Emilia Pérez pide a sus trabajadores que amenacen a este sujeto pero ello deriva en su secuestro. Sin embargo, cuando Jessica descubre que Emilia es Manitas, intenta rescatarla dando lugar a un terrible accidente mientras intentan escapar del narco.
Así, al morir, las personas a las que Emilia Pérez ayudó a encontrar a sus familiares desaparecidos deciden honrarla de una forma peculiar erigiendo una estatua y organizando una procesión acompañada de música para despedir su recuerdo.
Aunque la película no especifica en qué región de México ocurre esto, la escena recuerda las tradiciones relacionadas con las patronas religiosas de diversas comunidades, como lo son la Virgen de Juquila o de La Soledad en Oaxaca. Por ello la procesión de Emilia Pérez resulta controversial al colocar a la altura de una virgen o una santa, a pesar de que su personaje fue anteriormente un narcotraficante antes de transicionar de género.
Netflix
Muchos consideran esta representación una falta de respeto hacia las tradiciones y creencias populares de México. porque asociar estas procesiones religiosas, cargadas de significado espiritual, a un personaje que simboliza un narcotraficante redimido ha generado sentimientos de incomodidad y ofensa entre los espectadores. Además, el tratamiento casi mesiánico que se le da a Emilia Pérez polariza opiniones respecto a la manera en que la película aborda temas de redención, justicia y memoria histórica.
En redes sociales, el debate continua sobre si esta escena es un desafío artístico que busca incomodar o una representación superficial de la cultura mexicana, pero lo que queda claro es que Emilia Pérez no ha pasado desapercibida y su desenlace sigue dando mucho de qué hablar.