En el competitivo mundo del cine, los actores enfrentan desafíos que van más allá de la interpretación de sus personajes. Uno de estos retos es mantener aspectos de su vida personal en privado, especialmente cuando podrían influir en la producción de una película. En este sentido, un caso notable es el de Emily Blunt. La estrella británica conocida por Un lugar en silencio y Al filo del mañana mantuvo un gran secreto durante el rodaje de una de las películas que actualmente está arrasando en la plataforma de streaming de Max.
Para la también actriz de El diablo viste a la moda, su papel en esta película fue uno de los más intensos de su carrera. Dar vida una mujer con problemas de alcoholismo envuelta en un misterio, exigía una actuación cargada de drama y emociones. Sin embargo, lo que nadie en el set sabía, a excepción de uno de sus compañeros más cercanos, es que Blunt estaba enfrentando otro reto en la vida real.
En La chica del tren, Emily Blunt llevó el compromiso a otro nivel, logrando mantener en silencio su embarazo durante toda la filmación. Desde el primer día, la actriz se sumergió en la compleja vida de Rachel Watson, en una historia sigue a esta mujer devastada por su divorcio, quien intenta llenar el vacío de su vida espiando desde el tren a una pareja aparentemente perfecta. El mundo de Rachel da un giro cuando, de repente, se ve envuelta en un crimen que la pone en el centro de la investigación.
X
El papel demandaba un nivel de entrega total por parte de Blunt, tanto física como emocionalmente. Desde sus expresiones hasta la forma en la que se movía, cada detalle debía transmitir la angustia y vulnerabilidad de su personaje. Pero lo que pocos imaginaban es que, cuando Blunt comenzó el rodaje en octubre de 2015, ella ya sabía que estaba embarazada de su segundo hijo. Sin embargo, decidió mantenerlo en secreto y no se lo contó a nadie del equipo de producción.
La única persona en todo el set que conocía la verdad era su amigo y coprotagonista Justin Theroux, con quien compartió la noticia en confianza. A lo largo de los meses de filmación, Blunt continuó con su trabajo sin que su embarazo interfiriera en su actuación, pero después de varios meses ocultando su embarazo, el momento de la verdad llegó en una escena clave.
Vanity Fair
En una secuencia en la que Rachel Watson debía ducharse, el director Tate Taylor notó algo diferente en Blunt. Sin rodeos, le preguntó si había algo que él debería saber. En ese momento, Emily Blunt no pudo seguir ocultándolo y le confesó la verdad: estaba embarazada y ya tenía varios meses de gestación. La noticia tomó por sorpresa al director, pero lejos de molestarse, aceptó mantenerlo en secreto hasta que terminara la filmación.
Más allá de la película, esta historia demuestra el nivel de entrega que un actor puede llegar a tener por su trabajo. Blunt no sólo logró interpretar a un personaje emocionalmente roto mientras estaba embarazada, sino que además mantuvo el secreto hasta casi el final del rodaje Hoy, su actuación en La chica del tren es recordada como una de las más impactantes de su carrera.
