Cuando se mencionan a las grandes figuras de la Época de Oro del cine mexicano, es imposible no pensar en nombres como Pedro Infante, Jorge Negrete, María Félix y Silvia Pinal. Pero entre todas estas leyendas, hay una que es imposible de olvidar: Sara García, conocida cariñosamente como la "Abuelita de México". Con su legado cinematográfico, que incluye películas emblemáticas como Allá en el Rancho Grande, Los tres García y Vuelven los García, dejó una huella imborrable en el cine
Para muchos mexicanos, la imagen de Sara García es sinónimo de tradición, calidez y cariño, no sólo por la interpretación de entrañables personajes en el cine, sino también por ser el rostro de una famosa marca de chocolate. Desde mediados de la década de los setenta, su figura adorna el empaque de un producto que muchos tienen en sus casas, convirtiéndola en un ícono de la cultura popular y un referente en el mundo de la actuación.
Como muchas estrellas de su época, Sara García no nació en la Ciudad de México, sino en Orizaba, Veracruz. Sin embargo, como el centro de la industria del cine estaba en la capital, esta se convirtió en su hogar debido a sus compromisos laborales. De hecho, una de sus propiedades más conocidas se encuentra en la colonia Narvarte, y quizá los que ya recorrieron algunas de sus calles, tal vez hayan pasado por la residencia sin haberse percatado de que perteneció a la gran actriz.
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Hoy en día, la casa de Sara García sigue en pie y se encuentra en la calle Enrique Rébsamen 929, de dicha colonia. A simple vista, parece una residencia más de la zona, pero si se observa con atención, se podrá notar que conserva el encanto y la elegancia de una época pasada. La casa tiene una puerta roja que resalta entre las fachadas del vecindario, con paredes blancas y un muro adornado de enredaderas verdes bien cuidadas. La casa, aunque sencilla, refleja la elegancia y el carácter de quien fuera su dueña.
Una de las anécdotas más entrañables relacionadas con esta casa involucra al ídolo mexicano Pedro Infante. Se dice que, en más de una ocasión, el carismático actor llegó a la residencia montado en su caballo para cantarle "Las Mañanitas" a Sara García cada 10 de mayo, Día de las Madres en México. Esta historia ha sido contada por personas cercanas a la actriz y ha quedado como una de las historias más entrañables del Cine de Oro.
El imparcial de Oaxaca
Lo cierto es que la relación entre Pedro Infante y Sara García trascendió la pantalla. En múltiples películas, Infante interpretó a su nieto, consolidando una química que encantó al público. Este vínculo se reflejaba fuera del set, donde compartían momentos que hoy forman parte de las leyendas del cine mexicano.
La próxima vez que camines por la colonia Narvarte, no olvides darte una vuelta por la calle Enrique Rébsamen 929. Tal vez ahora, cuando pases frente a la casa de Sara García, te detengas por un momento y recuerdes a la eterna "Abuelita de México".
