Todos recordamos esa icónica frase "Corre, Forrest, corre", pero lo que verdaderamente hizo a todos llorar como magdalenas fue esa historia de amor, dolor y segundas oportunidades entre Forrest y Jenny. Y es que Forrest Gump, dirigida por Robert Zemeckis y protagonizada por el siempre querido Tom Hanks y Robin Wright, es más que una película sobre correr sin parar: en realidad, es una oda a la vida, a las decisiones y a las personas que nos marcan.
Sin embargo, con el paso de los años, los los fans más clavados del séptimo arte han tratado de responder una gran pregunta que ha estado rondando por décadas: ¿qué enfermedad tenía Jenny? La madre del pequeño Forrest Jr., quien acompaña al protagonista desde su infancia hasta su adultez, vivió una vida llena de altibajos, y su partida dejó a todos con el corazón hecho un nudo.
Aunque la historia de vida de Jenny retratada con mucha delicadeza en la cinta, su final fue abrupto y doloroso. En una de las escenas más fuertes, Jenny le revela a Forrest que está enferma, no obstante, no se dice con exactitud qué padece, pero se sabe que se trata de un virus "nuevo" que los médicos aún no entienden del todo. Esta información ha dado pie a muchas teorías entre los fans, tratando de averiguar de qué se trata.
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Si bien nunca se menciona directamente en el guión, ni se da un nombre clínico a su diagnóstico, los fans y algunos expertos han coincidido en que Jenny probablemente murió de VIH/SIDA. ¿Y por qué esta suposición? Todo apunta a una serie de pistas que la película deja caer a lo largo del metraje.
Primero, recordemos que la parte final de la historia ocurre en la década de los ochenta, justo cuando la crisis del SIDA estalló en Estados Unidos. En ese momento, el virus era aún relativamente desconocido y estigmatizado, algo que se refleja en la frase que Jenny usa para describir su condición: "Los doctores no saben qué es". Además, el estilo de vida de Jenny coincide con los principales factores de riesgo que se conocían de la enfermedad en ese momento.
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Lo cierto es que en el libro se da otra pista sobre el destino de Jenny. En la secuela literaria de la película, titulada "Gump and Co.", escrita también por Winston Groom, se dice que Jenny murió por Hepatitis C. Dicha enfermedad también se transmitía en aquellos años mediante sangre contaminada o el uso compartido de agujas. En esa época, la hepatitis C era tan desconocida como el VIH, y no se diagnosticaba con precisión hasta bien entrados los noventa.
