Los años 90 estuvieron plagados de grandes películas que hasta hoy se mantienen como algunas de las joyas cinematográficas más queridas. Desde Forrest Gump, Titanic, pasando por Pulp Fiction y hasta El Rey León, hubo de todo un poco. Pero en el campo del terror psicológico hay una película dirigida por Adrian Lyne que hasta el día de hoy se alza entre las de su clase.
Protagonizada por Tim Robbins, la trama sigue a Jacob Singer, un ex-soldado de infantería del ejército estadounidense cuyas experiencias durante la guerra de Vietnam lo hacen sufrir alucinaciones. El protagonista intenta descubrir la verdad detrás de lo que le está ocurriendo, pero está convencido de que ha muerto y está en el infierno.

Estamos hablando de La escalera de Jacob o Jacob's ladder, cinta que con 25 millones de dólares invertidos, generó 26.1 millones en taquilla por lo que no fue el gran éxito. Sin embargo, la crítica respondió de forma positiva ante la trama, las actuaciones y la dirección de Lyne, además de que al día de hoy a 35 años de su estreno, su final sigue haciendo mella en la mente de quien la observa.
El intenso final que no podemos olvidar
Durante la hora y 53 minutos que dura La escalera de Jacob, la historia juega continuamente con la audiencia haciéndole pensar una y más cosas. Alerta aquí con los spoilers, porque viene el gran giro de la trama.

Solo hacia el final de la cinta es cuando se confirman las sospechas de que el protagonista está muriendo y así ha sido durante todo el rato. Aquello que aparece desde que Jacob regresa a casa tras la guerra es en realidad un sueño y a esto se añade la explicación de detrás de su muerte.
Fue el gobierno de Estados Unidos quien drogó al pelotón del protagonista, sin que ellos lo supieran, con una sustancia hecha para aumentar la ira de los soldados y mejorar la resistencia al dolor. El resultado fue desastroso y provocó la locura de los soldados haciendo que se mataran entre ellos y Jacob fue herido gravemente.

Lo peor de todo es que La escalera de Jacob encontró inspiración en una historia real: el Proyecto MK-Ultra. Este fue un experimento ultra secreto de la CIA que desarrolló técnicas ilegales de control mental realizando pruebas en humanos sin su consentimiento para perfeccionar sustancias usadas en interrogatorios y torturas.
Actualmente La escalera de Jacob presume de una aprobación del 72% por parte de la crítica y presenta una calificación mayor de la audiencia que la evalúa con 84%. Sin duda alguna, un reflejo de que obras tan impactantes como esta, logran trascender el paso de los años.
