Cuando la vida golpea fuerte, con enfermedades, accidentes o crisis emocionales, muchos encuentran consuelo en historias de superación. Algunos miran hacia figuras como Céline Dion, quien sigue en pie a pesar de los estragos del síndrome de la persona rígida. Otros se conmueven con el caso de Jeremy Renner, que tras su accidente con una máquina quitanieve no solo sobrevivió, sino que ya volvió a la acción. Unos más miran a Emilia Clarke, quien venció dos aneurismas cerebrales y aún así regresó a Game of Thrones como la madre de dragones más poderosa.
Pero no todos se inspiran en héroes de Hollywood o en divas del pop. A veces, el motor para levantarse del suelo viene de donde menos lo esperas, incluso de alguien que se ha vuelto viral por lanzar patadas voladoras en plena calle como el mismísimo Alfredo Adame. aunque es una figura polémica y ha dado de qué hablar con sus controvertidas decisiones, el conductor y actor fue objeto de inspiración para un influencer mexicano.
El que recurrió a Alfredo Adame fue nada más y nada menos que Ricardo O'Farrill, el comediante e influencer mexicano conocido por su estilo ácido y brutalmente honesto. En una reciente entrevista en el podcast La Ley de Adame, O'Farrill estuvo frente a frente con el polémico conductor y le confesó que fue él quien le dio el impulso que necesitaba para salir de uno de los momentos más oscuros de su vida.
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Lo que realmente inspiró a Ricardo fue la determinación con la que Adame se ha mantenido en pie pase lo que pase. "Estaba reflexionando y lo único que pensé fue: ¿Cómo es que Alfredo Adame, después de todo lo que vivió en su momento, no se quitó la vida?", le dijo el comediante al estar junto al exparticipante de La Casa de los Famosos. "Te mantuviste erguido y no te quebraste", mencionó durante el encuentro.
Recordemos que O’Farrill atravesó una fuerte crisis emocional que lo llevó a alejarse del escenario y de las redes por un buen tiempo. Entre declaraciones polémicas, episodios de salud mental y un retiro del ojo público, muchos pensaron que el standupero se había perdido en su propio abismo. Pero en ese proceso de reconstrucción, encontró algo en el polémico exconductor que le hizo clic: una especie de antídoto basado en la resiliencia más pura.
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Con humor, Ricardo ha reconocido que la terquedad de Adame para no rendirse fue justo lo que necesitaba ver reflejado en alguien. Porque no importa cuántas veces caiga o lo critiquen: Alfredo siempre regresa a la pantalla, al debate o al ring, con la cabeza en alto y el ego intacto. Algo que, en el fondo, se parece mucho a lo que cualquiera necesita cuando está tocando fondo: ver que es posible levantarse sin importar lo ridículo que te veas en el proceso.
