En el mundo de los k-dramas, hay historias que traspasan las barreras culturales y logran conectar con el corazón de cualquier espectador. Una de ellas es ¡Hola y adiós, mamá! que se convirtió en un clásico del género por su conmovedora manera de abordar la pérdida, el duelo y el amor que sobrevive incluso a la muerte.
La historia gira en torno a Cha Yu Ri, una mujer que fallece trágicamente en la etapa final de su embarazo, sin poder conocer a su hija. Convertida en un fantasma, permanece durante años observando en silencio el crecimiento de su pequeña, cuidándola desde el más allá. Pero cuando se le concede la oportunidad de regresar a la Tierra durante 49 días, Yu Ri deberá enfrentarse al reto de despedirse de quienes ama y sanar las heridas invisibles que dejó su partida.
Netflix
La serie se adentra en el duelo desde múltiples miradas: la de una madre que no quiere irse sin dejar huella, la de unos padres que aún no superan la pérdida de su hija, la de un esposo que ha tenido que rehacer su vida con el corazón roto, y la de amistades que también cargan con ausencias. Todo esto, envuelto en un guion profundamente humano y lleno de momentos que invitan a reflexionar sobre el valor del amor, la familia y el tiempo.
Por ello, "quizás el sentimiento más hermoso que podemos tener es el de decirle a los seres queridos que los amamos y agradecer por aquellos con los que nos sentimos afortunados", es una de las frases que aún resuena entre los fans de esta producción-.
Netflix
Así ¡Hola y adiós, mamá! es mucho más que una serie sobre fantasmas sino todo un viaje emocional que invita a abrazar a quienes amamos mientras están con nosotros, y a soltar con amor cuando es momento de decir adiós. Una joya imperdible de Netflix que todo amante de los k-dramas debería ver al menos una vez en la vida.