Netflix es ese lugar que lo tiene todo: una comedia para cuando necesitas reír como La vida secreta de tus mascotas, un susto inesperado tipo De noche con el diablo, un poco de romance con clásicos como Orgullo y prejuicio, o maratones adolescentes para llorar como Un amor para recordar. Pero, entre tanto catálogo para toda la familia, también hay un rincón especial para el público adulto. No estamos hablando de dramas existenciales ni thrillers de crimen, sino de esas películas que suben la temperatura y están llenas de tensión sexual.
Se trata de ese tipo de cine que uno prefiere ver en la intimidad, con una copa de vino, bajando un poco el brillo de la pantalla y con el control en la mano por si alguien entra de sorpresa. Porque para ser sinceros, a veces, una buena dosis de drama y pasión adulta es justo lo que hace falta para cerrar el día. Y entre tantas opciones ocultas en el catálogo, hay una que se lleva los aplausos por su intensidad emocional y sus escenas cargadas de deseo.
Infidelidad es un thriller erótico que dejó huella desde su estreno en 2002 y ahora vuelve a despertar pasiones en streaming. Protagonizada por Diane Lane, Richard Gere y Olivier Martinez, la cinta explora el lado más oscuro y tentador de las relaciones humanas ¿Lo más sorprendente? Está dirigida por Adrian Lyne, el mismo detrás de clásicos del erotismo como Atracción fatal y Nueve semanas y media.
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La historia gira en torno a Connie (Lane), una ama de casa que parece tenerlo todo: un esposo amoroso, una vida cómoda en los suburbios y un hijo adorable. Pero un día, durante una visita casual a Manhattan, un encuentro fortuito con un misterioso joven francés (Martinez) cambia por completo el rumbo de su vida. Pronto, lo que empieza como una atracción inofensiva se convierte en un torbellino de encuentros furtivos, mentiras cada vez más elaboradas y una espiral emocional que amenaza con destruirlo todo.
El gran atributo de esta cinta no está solo en sus escenas cargadas de erotismo, que sí están bastante intensas, sino en cómo explora la psicología del deseo, la culpa y el vacío existencial. Es un drama adulto que te hace cuestionar los límites de lo correcto y lo prohibido, sin caer en clichés ni juicios morales.
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Uno de los puntos fuertes de Infidelidad es, sin duda, la actuación estelar de Diane Lane, quien fue nominada al Oscar por su papel como una mujer atrapada entre lo que se espera de ella y lo que realmente anhela. Su interpretación es visceral, contenida y explosiva, que es imposible no empatizar con su personaje, incluso cuando sus decisiones te hagan gritarle a la pantalla.
Si estás buscando una película que te atrape, te haga reflexionar y, de paso, encienda un poco la pantalla, Infidelidad es esa joya escondida de Netflix que merece una velada tranquila, sin niños rondando ni distracciones del celular. No es apta para menores, ni para corazones frágiles, pero sí es una experiencia cinematográfica intensa y elegante.
