Durante varias décadas, la industria del cine mexicano alimentó el rumor de una enemistad entre María Félix y Dolores del Río, ya que las dos actrices fueron de las más emblemáticas de la Época de Oro del cine nacional. Y como las dos también marcaron estilos distintos -y brillaron en momentos diferentes- las comparaciones entre ellas no tardaron en avivar las especulaciones sobre una supuesta rivalidad.
¿Pero por qué se les comparaba? Pues bien, mientras Dolores del Río fue pionera en Hollywood en los años 20 y 30, y más tarde se consolidó como figura del cine mexicano con una imagen refinada, elegante y ligada al arte, María Félix irrumpió con fuerza en la década de 1940, representando a una mujer fuerte, altiva y desafiante, con papeles que rompían con los estereotipos de la época.
Por lo tanto, mientras Dolores del Río era vista como la diva clásica del séptimo arte, María Félix encarnaba a la mujer de carácter, lo que inevitablemente provocó comparaciones entre el trabajo de las dos.
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Pero a pesar del morbo mediático, ninguna de las dos confirmó una enemistad abierta pese a que sí dejaron entrever ciertas tensiones. Y así, durante una entrevista, María Félix comentó con ironía: "Dolores fue una estrella de Hollywood, yo fui una estrella de México. Nunca fuimos amigas, pero tampoco enemigas. Simplemente, éramos muy distintas".
Por su parte, Dolores del Río fue más discreta, pero en una ocasión se refirió a María como alguien "muy distinta a mí". Sin dar pie a mayores polémicas, varios críticos y biógrafos coinciden en que más que enemistad, existió una especie de distancia natural entre ellas, alimentada por los medios, el público y la necesidad de crear “duelos” entre divas.
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¿María Félix y Dolores del Río trabajaron juntas alguna vez?
Y aunque nunca compartieron créditos en una película -que también alimentó las suposiciones de rivalidad- lo cierto es que esto pudo deberse a cuestiones de época, estilo actoral o simplemente decisiones de producción.
Hoy, ambas son recordadas como leyendas del cine nacional ya que la historia demostró que, más allá de los rumores, María Félix y Dolores del Río dejaron un legado único, icónico e incomparable en la cultura mexicana y el séptimo arte.