Desde hace más de 25 años, Pokémon ha sido parte esencial del ADN popular mundial. Junto a clásicos como Dragon Ball y Sailor Moon, esta franquicia no sólo llenó patios de recreo con cartas intercambiables, también dio vida a uno de los animes más longevos, videojuegos que siguen siendo éxitos en vengtas y una canción de apertura que más de uno aún se sabe de memoria. Pero más allá del fenómeno global, de la mercadotecnia y de los memes con Psyduck confundido, la pregunta sigue ahí: ¿cuál es el Pokémon más poderoso de todos?
La mayoría de los fans con alma competitiva tienen su lista personal. Están los legendarios como Mewtwo, el clon psíquico con crisis existencial; Lugia, el guardián marino que calma tormentas con solo abrir un ojo; o Rayquaza, quien literalmente mantiene la paz entre dioses primigenios. Pero, por más impresionantes que sean, hay uno que ha hecho lo imposible una y otra vez sin ser legendario, sin megaevolución, y sin tener imagen amenazante: el Pikachu de Ash Ketchum.
Ee mismo ratoncito eléctrico de mejillas rojas, voz chillona y complexión de peluche es todo un rey de las batallas. Aunque cueste creerlo, existen pruebas contundentes de que este Pikachu es, en realidad, el Pokémon más poderoso jamás creado. Y no hablamos de estadísticas de videojuego ni de popularidad, sino de hechos que han estado frente a nuestros ojos durante años, escondidos entre batallas épicas y aventuras sin fin.
Pokémon Company
Pikachu ha derrotado a oponentes que, en teoría, debería haberlo dejado frito en segundos. En su historial de victorias encontramos nombres que hacen temblar a entrenadores de todo el mundo: un Dragonite, varios Metagross, un Regice, el Latios de Tobias, y más recientemente, el mismísimo Charizard de León, en el episodio final del torneo mundial. Y si eso no es prueba suficiente, recordemos que ha recibido ataques súper efectivos y aún así ha salido caminando como si nada.
Incluso dentro del canon, varias pistas indican que este Pikachu no es uno cualquiera. En Pokémon Sol y Luna, por ejemplo, se nos revela que ha acumulado niveles de energía superiores a los normales, y en Viajes Pokémon, su conexión emocional con Ash alcanza un nivel tan profundo que literalmente genera una evolución emocional: la sincronización. Durante la batalla final contra León, Pikachu canaliza los recuerdos de todos los Pokémon que Ash ha tenido, lanzando un impactrueno tan colosal que hace temblar a todo el estadio.
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Y si todavía dudas, piensa en esto: Pikachu ha peleado contra Pokémon de todas las regiones, estilos y generaciones, y ha salido victorioso muchas más veces de lo que debería. Tiene una versatilidad que va más allá del tipo eléctrico, y su vínculo con Ash no sólo lo hace emocionalmente invencible, sino también lo ha convertido en una especie de Pokémon más fuerte que un legendario.