Con el estreno de Furiosa: de la saga Mad Max y su paso por el Festival de Cannes, el director George Miller se tomó un momento para mirar hacia atrás y hablar sobre uno de los momentos más tensos detrás de cámaras de Mad Max: Fury Road: el conflicto entre sus protagonistas, Tom Hardy y Charlize Theron.
En una entrevista con The Telegraph, Miller fue claro cuando detalló que "no hay excusa" para esta discusión, aunque reconoció que ambos actores venían de mundos distintos, y eso influyó en la tensión que surgió entre ellos. También admitió que la situación fue muy difícil para el equipo porque "Tom tenía una lesión, pero también una brillantez inherente… fuera lo que fuera que le pasaba en ese momento, tuvieron que sacarlo de su tráiler" para que volviera al estudio, dijo, mientras que en contraste Charlize era puntual y disciplinada, algo que derivó en un fuerte choque de estilos.

Sin embargo, el conflicto entre ambos llegó a tal punto que, según se cuenta en el libro Sangre, sudor y cromo, Theron solicitó la presencia de una productora en el set para sentirse respaldada después de un altercado "explosivo", tras esperar a Hardy por más de tres horas caracterizada y lista para filmar.
Con el tiempo, ambos actores han reconocido lo mal que lo pasaron durante ese rodaje, y mientras Theron incluso dijo que se sentía como una madre en una pelea sin fin, aceptó que debieron haberlo manejado mejor.
Miller, por su parte, aprendió la lección y para Furiosa tuvo una charla muy clara con Anya Taylor-Joy y Chris Hemsworth antes de filmar. "Hay que obsesionarse con la seguridad física y psicológica. Ya no es como en los viejos tiempos", detalló.

Así que además de una saga imperdible en su género, esta historia mantiene su propia intensidad que, aunque incómoda, también revela cómo han cambiado (y deben seguir cambiando) las dinámicas en los sets de Hollywood.
