En 2003, Universal Pictures y Dreamworks Pictures estrenaron El Gato, una adaptación live-action de The Cat in the Hat, uno de los libros más icónicos del Dr. Seuss. Tras el arrollador éxito de El Grinch, todo parecía indicar que el estudio estaba a punto de consolidar un universo cinematográfico basado en los cuentos infantiles del autor. Sin embargo, el resultado fue un desastre crítico y comercial que enterró toda posibilidad de una franquicia duradera. Dos décadas después, El Gato resurge inesperadamente en Netflix México, donde se posiciona en las favoritas del público acompañando a Nonnas, Mala influencia y Havoc.
El proyecto nació como una continuación natural del fenómeno que fue Cómo el Grinch robó la Navidad, protagonizada por Jim Carrey y dirigida por Ron Howard. Aquella película no solo fue aprobada por Audrey Geisel, viuda del Dr. Seuss, sino que se convirtió en uno de los títulos navideños más exitosos de todos los tiempos. Geisel, celosa guardiana del legado de su esposo, había permitido la producción con condiciones claras: sin humor adulto y con respeto absoluto a la esencia de la obra original. El resultado fue tan positivo que pareció abrir la puerta a futuras adaptaciones.
DreamWorks Pictures
‘El Gato’: De desastre en taquilla a fenómeno en Netflix México
Pero con El Gato, la historia fue muy distinta. Protagonizada por Mike Myers y con una estética extravagante, la película apostó por un tono mucho más irreverente. En lugar de seguir la fórmula cuidada de El Grinch, se inclinó por un humor cargado de insinuaciones, bromas de mal gusto y referencias que distaban del espíritu familiar del libro original. Entre los ejemplos más criticados se encuentra un chiste sobre un arma de jardinería usado como doble sentido y una alusión al asesinato, lo que provocó la indignación de críticos, familias y, especialmente, de Audrey Geisel.
Geisel rechazó abiertamente el resultado final. Nunca aprobó la elección de Mike Myers como protagonista, declarando que no quería al personaje de Austin Powers asociado con el querido Gato. Más allá del reparto, la película violaba las mismas reglas que ella había impuesto años antes: contenía humor adulto, desviaciones del personaje original y una ejecución que, a su juicio, dañaba la imagen de la marca Seuss. “Saqué a mi gato de la caja de arena y seguimos adelante”, dijo, resumiendo con ironía su decepción. Su reacción fue tan contundente que decidió vetar de forma permanente cualquier intento de volver a llevar las obras de su esposo al cine live-action.
DreamWorks Pictures
El impacto fue inmediato: no hubo más películas live-action de Dr. Seuss. La franquicia planeada por Universal se derrumbó, y El Gato fue enterrado como un experimento fallido. La película fue un fracaso tanto en crítica como en taquilla, recaudando 133.9 millones de dólares frente a un presupuesto de 109 millones y recibiendo en su mayoría reseñas negativas, aunque con el tiempo se ha convertido en una curiosidad de culto para muchos espectadores que crecieron viéndola o que ahora la redescubren en streaming.
De hecho, parte del redescubrimiento se debe a su incorporación al catálogo de Netflix, donde el efecto nostalgia y la curiosidad han hecho que se dispare su popularidad. En México, El Gato ha escalado rápidamente al top 10, lo que demuestra que, pese a su accidentado pasado, la película tiene una nueva oportunidad para conectar con el público. Ya sea por su extravagancia visual, el factor absurdo de su humor o la presencia de Mike Myers, la cinta vuelve a estar en boca de todos.