Cuando hablamos de lo más destacado del cine animado, es imposible no traer a colación a Studio Ghibli. Desde su fundación en la década de los ochenta, este estudio japonés ha revolucionado la forma en la que se experimenta el género, recordándonos que no es un producto para niños, sino un arte que mezcla magia, emociones y reflexiones profundas. No por nada, Ghibli y Hayao Miyazaki pueden presumir lo que nadie más en el mundo del anime: haberse llevado dos estatuillas de la Academia, primero con El viaje de Chihiro, y más recientemente, con El niño y la garza.
Entre los múltiples éxitos de Studio Ghibli, que prácticamente abarca toda su filmografía, hay uno que siempre ocupa un lugar especial en el corazón de los fans: El increíble castillo vagabundo. La cinta debutó en 2004, y desde entonces, cautivó a los espectadores por su diseño visual y una música inolvidable, todo mientras se contaba una historia de amor no convencional entre la chica hechizada Sophie y Howl, un apuesto mago.
Pero lo que muchos no saben es que esta película está basada en una novela del mismo nombre escrita por Diana Wynne Jones. Como suele hacerse con adaptaciones que pasan de las páginas de un libro a la gran pantalla, Miyazaki tomó la base de la historia, aunque decidió hacer una que otra modificación en el camino. Si bien es una joya indiscutible de la cinematografía, quienes conocen la fuente original aún no pueden perdonar que el animador japonés haya hecho un cambio importante en El increíble castillo vagabundo.
Studio Ghibli
En la novela de Jones, el amor entre Sophie y Howl no es tan sencillo ni directo como en la película. Además de establecer una relación con el mago, la chica también genera un vínculo con otro personaje: Cabeza de Nabo. Detrás de estre espantapájaros que siempre salta y sigue a Sophie lealmente, en realidad en un príncipe que ha sido hechizado, cuya maldición sólo puede romperse con "el verdadero amor". ¿Y quién es su "verdadero amor"? Nadie más y nadie menos que Sophie.
Aunque en la película, Cabeza de Nabo recupera su forma original gracias al afecto de Sophie, en el libro, este hecho tiene más implicaciones para la protagonista. Quienes han leído la novela saben que la historia de Sophie es mucho más intensa, tanto que termina convirtiéndose en una especie de triángulo amoroso real, al estilo de Edward Cullen y Jacob Black en Crepúsculo.
Studio Ghibli
Para muchos, la omisión del dilema amoroso de Sophie es un acto imperdonable, y de haber sido incluido, la historia habría dado aún más. Lo cierto es que, aunque la versión de Miyazaki es maravillosa y entrañable, el director sí se tomó algunas licencias creativas que modificaron el tono y la dirección del relato original. Pero como ocurre en el mundo de las adaptaciones, no todos quedaron conformes.