A finales de 2024 se hizo pública una serie de decisiones internas en Disney que revelan un cambio preocupante en la dirección creativa de sus contenidos. Uno de los casos más destacados fue el de Jumpers, que como la próxima película animada de Pixar, originalmente estuvo concebida como una historia centrada en la importancia de cuidar el medio ambiente, pero según ex miembros del equipo creativo, tuvo que ser "suavizada" en lo referente a su mensaje, porque Disney ya no querían que se percibiera como una postura "demasiado ideológica" dentro de su catálogo fílmico.
Después el conflicto fue tan fuerte que algunos empleados confesaron que les resultó casi imposible rediseñar la película, ya que su mensaje original estaba completamente ligado al amor por la naturaleza.
Este tipo de censura no ha sido un caso aislado, ya que también trascendió que Win or Lose -una serie animada de Pixar pensada para Disney+- fue modificada tras la presión de los ejecutivos porque originalmente, uno de los personajes del equipo de béisbol infantil era un niño trans o no binario, interpretado por la actriz trans Chanel Stewart.
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Sin embargo, esa historia fue eliminada cuando Disney justificó el cambio diciendo que prefería que los padres hablaran estos temas con sus hijos de forma personal. Aunque para muchos fue una clara muestra de cómo la compañía está cediendo ante las críticas conservadoras y priorizando la neutralidad por encima de la representación auténtica, Disney no dio más de qué hablar.
Otro ejemplo de esta tendencia es Elio, que en un inicio estaba siendo dirigida por Adrián Molina que es un cineasta abiertamente gay, y había imaginado una historia con profundidad emocional y elementos inclusivos para la trama.
Pero desafortunadamente tuvo que abandonar el proyecto a principios de 2024, y aunque Disney no ofreció una explicación oficial, muchos señalan que su salida tuvo que ver con presiones internas para eliminar referencias LGBTQ+ de la historia. La dirección fue reasignada y la película, que debía estrenarse en marzo de 2025, fue postergada hasta junio.
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Por otra parte cabe destacar que ex trabajadores de Pixar que hablaron abiertamente sobre esta transformación, destacaron que Disney "ya no está en el negocio de contar historias de calidad, sino en el de obtener ganancias", y que incluso en reuniones con el entonces CEO Bob Chapek quedó claro que la animación era vista como un espacio "conservador". Esto generó malestar y desilusión dentro del estudio, conocido por su enfoque sensible, diverso y sumamente conmovedor.
